miércoles, 19 de enero de 2011

Celebraciones en Castilla

Castilla posee una tierra rica en tradiciones y celebraciones populares. Algunos de ellos tienen su origen en la tradición religiosa y otras son de origen histórico. 

La fiesta más concocida de Toledo  es la del Corpus Cristi. Tenía su mayor auge y marcó las pautas de celebración en los reinados de Carlos I y Felipe II. Toda la ciudad empezaba a preparar la fiesta ya un mes antes, colacando los adornos y los “toldos” e instalando unos arcos de triunfo de verdes ramas.

Destaca también la Semana Santa de Cuenca y la Tamborada de Hellín. El origen de la última se remonta al siglo XV, cuando el clero cambió su forma de apostolado y la religión transformó la Semana Santa. 
Los disciplinantes iban por las calles flagelándose o haciendo mortificaciones como pisar garbanzos, arrastrar cadenas, etc. 
El Santo tenía la costumbre de encabezar sus procesiones con dos tamborileros que anunciaban el paso de los penitentes para que el público no molestara. Aquí se inició la costumbre del toque de tambor entre los hellineros.

La fiesta más típica de Madrid es la de San Isidro, que se celebra a mediados del mes de mayo en honor a San Isidro Labrador. San Isidro nació en Madrid, probablemente el  4 de abril de 1082. Según era mencionado en su época poseía el don de encontrar fácil agua. Por eso exhumieron su cuerpo en 1212 y lo introdujeron en un sepulcro de la Iglesia de San Andrés. A veces fue sacado su cuerpo de procesión con el objeto de invocar lluvias. En 1520 Juan de vargas solicitó permiso del Papa para construir una capilla dedicada al santo y para colocar sus restos allí y se fijó la fecha de celebración.

Otras fiestas importantes para Madrid que ya se celebraban en el siglo XVI son las fiestas de Nuestra Señora del Carmen y la de la Virgen de la Almudena. Ambas presentan un carácter menos lúdico y se articulan preferentemente alrededor de actos religiosos.




Tamborrada de Hellin

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